Cada empresario está orgulloso de su empresa, más aún si ha sido su fundador. Es casi como un hijo para él. Pero, como los hijos, no siempre salen como a uno le habría gustado. Aun así, a todo el mundo le gusta ver trazos de sí mismo en sus hijos; también en la empresa, que tendrá que dejar, quiera o no. El sucesor será quien se va a encontrar con el resultado. No hay peor huella que la del empresario que no ha querido o no ha sabido retirarse a tiempo. ¡Tanto esfuerzo para un final tan triste!
viernes, 18 de marzo de 2016
Alejandro Garcia Millan. La huella del empresario.
Alejandro Garcia Millan. En esta ocasión comparte este artículo. Mi huella en la Empresa.
Cada empresario está orgulloso de su empresa, más aún si ha sido su fundador. Es casi como un hijo para él. Pero, como los hijos, no siempre salen como a uno le habría gustado. Aun así, a todo el mundo le gusta ver trazos de sí mismo en sus hijos; también en la empresa, que tendrá que dejar, quiera o no. El sucesor será quien se va a encontrar con el resultado. No hay peor huella que la del empresario que no ha querido o no ha sabido retirarse a tiempo. ¡Tanto esfuerzo para un final tan triste!
Cada empresario está orgulloso de su empresa, más aún si ha sido su fundador. Es casi como un hijo para él. Pero, como los hijos, no siempre salen como a uno le habría gustado. Aun así, a todo el mundo le gusta ver trazos de sí mismo en sus hijos; también en la empresa, que tendrá que dejar, quiera o no. El sucesor será quien se va a encontrar con el resultado. No hay peor huella que la del empresario que no ha querido o no ha sabido retirarse a tiempo. ¡Tanto esfuerzo para un final tan triste!
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